UN PAÍS DE CONTRASTES.

Beijing 18 agosto 2012.

Hoy he dado un paseo por el lago Houthai, al Norte de Beijing, casualmente el nombre de Beijing significa “capital del norte”. Se trata de un gran lago rodeado de restaurantes, tiendas y cafés con actuaciones en directo.

Es de noche y hace muy buena temperatura. En el agua, se ven reflejadas las barquitas de remos y las luces de múltiples colores de los grandes barcos, que navegan de una orilla a otra.

Curioseando por la tiendas, me llama la atención, que tanto niñas como mujeres y, algún que otro hombre, pasean por la calle con un adorno bastante llamativo en la cabeza. Se trata de una diadema con un lazo y luces de colores. Otras, en cambio, llevan unas pinzas prendidas en el pelo donde han cosido, en tela, unas orejas de animalito.

Pregunté a un lugareño que si festejaban algo y el porqué de esa moda. No supo contestar excepto que, era eso, … ¡MODA! 

Los encontrabas en cualquier puesto de la calle o local comercial; de todos los colores. Los había con forma de lacito (como el que luce Minnie), cuernos de diablo, orejas de conejo…

No se si esta moda llegará a nuestras tiendas chinas en España, ya veremos y, quizá llegue de la mano de otra tendencia, que es, llevar monturas de pasta, tipo Persol y Ray Ban, SIN cristales.

En contraste con esta extravagancia, en una de las calles cercanas, me gustó cómo estaba puesto un escaparate. Lo adornaban con trocitos de vajilla donde se mencionada que pertenecía a una dinastía china. Cuando me acerqué más, vi que estos pedazos de Historia, se habían convertido en bonitas piezas de bisutería. Habían convertido esta porcelana rota en pendientes, colgantes y brazaletes. Cada pieza de bisutería se adaptaba a la forma del trozo de porcelana y a su dibujo, con un resultado final bastante atractivo. El color predominante era el azul sobre fondo blanco y bordeando el contorno de la pieza rota, un filo de plata para rematarlo. Muy original.

Esta mañana la he aprovechado para hacer turismo. Sigo camino a Shanghai y aunque he estado pocos días en Beijing, no he querido irme de esta ciudad sin palpar y caminar por su Historia. Como no podía ser de otra forma he empezado por la Gran Muralla. Me han aconsejado ir a Mutianyu. Ha sido restaurada completamente y no la visita tanta gente como la sección de Badaling, la más popular. El día de niebla no acompaña mucho para ver perderse la muralla en la espesura del bosque que la rodea, pero se dejó divisar suficientemente bien para hacerse una idea. En la entrada de la muralla coges un telesilla que te lleva a la cima. Desde las torres vigía hay unas vistas bárbaras.

Le dedico una tarde a la Ciudad Prohibida, Palacio Imperial chino, ubicado en el centro de la ciudad. Un impresionante complejo de edificios y jardines donde vivía el emperador y toda su corte. Un recinto tan magnifico arquitectónicamente hablando como “carcelario”, por el  que ahora millones de turistas curiosos, cruzamos su puerta.

Tengo tiempo y me acerco en metro para disfrutar toda una mañana, antes de irme, visitando el Palacio de Verano. Me gusta mucho más que la Ciudad Prohida. 

El Palacio de Verano, es otro descomunal derroche de edificios a pie del lago Kunming. Hay un gran corredor pintado con vivos colores y escenas que reflejan la vida e historiaa de China. Por este corredor paseaba la emperatriz, para ocultar su tez del sol. Un lugar inmenso que bien merece una visita. 

Según te vas acercando al lago, destaca en la orilla, cerca del corredor que lo bordea y como elemento decorativo, un gran barco de mármol de unos 40m de eslora. Tiene dos cubiertas con columnas y pagodas.

El look local: No veo que usen collares ni pulseras. Sólo algunos hombres llevan una pulserita con cuentas budistas.

Dejo Beijing y me preparo para mi próxima cita con vosotros, desde Shanghai.